El Miércoles de Ceniza es un día sagrado para la religión cristiana y marca el inicio de la Cuaresma, aunque sus inicios provienen de la tradición judía, quienes se cubrían el cuerpo con ceniza como una forma de acercarse a Dios. Esto es porque la ceniza tiene un gran simbolismo para los practicantes religiosos, dado que se menciona en diversos momentos del Libro Sagrado o Biblia.
No es cualquier tipo de ceniza, ya que la usada en esta fecha se obtiene de una quema de los ramos obtenidos el Domingo de Ramos del año anterior, los cuales son elaborados con palmas y ramas bendecidas -que representan aquellas con las que se dio la bienvenida a Cristo durante su entrada a Jerusalén-, y luego son rociadas con agua bendita y aromatizadas con incienso.
¿Qué significa la ceniza en forma de cruz?
En este escenario, la ceniza que usan en la tradición cristiana es un símbolo de la fugacidad de la vida y el arrepentimiento de los pecados, además de que es una forma de que todos los creyentes muestren su fe por la religión que profesan.
Al asistir a misa, los creyentes reciben la cruz de ceniza impuesta por un sacerdote, quien al ungirla en la frente dice alguna de estas dos frases extraídas de la Biblia:
* Conviértete y cree en el Evangelio
* Polvo eres y en polvo te convertirás
Con esta representación y según la tradición religiosa, la cruz de ceniza es un recordatorio de nuestra condición humana y como un signo de humildad, pues hace hincapié en que nuestra vida en la Tierra es temporal. Para la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), la unción de la cruz de ceniza también es un símbolo de la indignidad de las personas ante Dios y la muestra del arrepentimiento y conversión.
La cruz de ceniza también recuerda que es en esta fecha cuando comienza la Cuaresma, un periodo en el que se llama a los fieles a “convertirse” con sacrificios simbólicos como el ayuno de carnes rojas, o bien, ayudando al prójimo y haciendo oración constante.
Con información de Gastrolab