El ejército ruso se disponía este viernes a efectuar nuevas maniobras militares en la frontera ucraniana, pese a las últimas negociaciones para rebajar las tensiones entre Kiev y Moscú, acusada por los occidentales de preparar una invasión.
El ministerio de Defensa ruso anunció en un comunicado que 400 militares participarían el viernes en un “ejercicio táctico” en la región meridional de Rostov, fronteriza con Ucrania.
Unos 70 vehículos militares, incluidos tanques y drones, se usarán en estas maniobras durante las cuales los soldados se entrenarán para “misiones de combate”, según la misma fuente.
Estas maniobras se producen en un contexto de alta tensión alrededor de Ucrania con el despliegue de 100 mil soldados en su frontera por parte de Rusia.
Estados Unidos acusa a Moscú de preparar una invasión inminente. Rusia lo desmiente, pero condiciona una desescalada a una lista de exigencias que Occidente considera inaceptables.
Entre los puntos que Moscú reclama figura la garantía de que la OTAN no se amplíe hacia el este e integre a Ucrania.
Varias rondas de conversaciones para resolver la crisis no han logrado hasta ahora aliviar las tensiones.
Por el contrario, Rusia ha aumentado su demostración de fuerza en los últimos días.
El jueves, varias decenas de miles de soldados rusos comenzaron unas maniobras a gran escala en Bielorrusia, vecino de Ucrania, que en teoría deberían concluir el 20 de febrero.
Y el viernes, el ministerio de Defensa ruso indicó que se realizaron maniobras navales en el mar Negro.
Los navíos rusos llevaron a cabo un ejercicio de “búsqueda y destrucción”, precisó el ministerio.
Rusia anexionó la península ucraniana de Crimea en 2014 y presta apoyo militar y financiero a los separatistas prorrusos que luchan contra las fuerzas de Kiev en el este de Ucrania desde ese mismo año.
Con información de Excélsior