Los 379 pasajeros y la tripulación de un avión de Japan Airlines escaparon milagrosamente de un incendio tras una colisión con un avión de la Guardia Costera en el aeropuerto Haneda de Tokio el martes, pero cinco de los seis tripulantes del avión de la guardia costera murieron. La Guardia Costera dijo que la colisión involucró a uno de sus aviones que se dirigía al aeropuerto de Niigata en la costa oeste de Japón, para entregar ayuda a los atrapados en un poderoso terremoto que ocurrió el día de Año Nuevo y mató al menos a 48 personas.
“Sentí un estallido, como si hubiéramos golpeado algo y nos sacudimos hacia arriba en el momento en que aterrizamos”, dijo un pasajero del vuelo de Japan Airlines a la agencia de noticias Kyodo. “Vi chispas fuera de la ventana y la cabina se llenó de gas y humo”.
Imágenes en directo de la emisora pública NHK mostraron el Airbus A350 de Japan Airlines estallando en llamas mientras patinaba por la pista poco antes de las 18:00 horas locales. Más tarde fue arrasado por el incendio a pesar de los febriles esfuerzos de los equipos de rescate para controlar el fuego. Pero no antes de que los 367 pasajeros y 12 tripulantes fueran evacuados. Entre los pasajeros del avión de línea había ocho niños, precisó Kyodo.
“El humo empezó a llenar el avión y pensé: ‘esto podría acabar mal'”, dijo un pasajero a los periodistas en el aeropuerto. “Escuchamos un anuncio de que las puertas de atrás y del medio no se podían abrir. Así que todo el mundo desembarcó por la parte delantera”, añadió.
El ministro de Transporte de Japón, Tetsuo Saito, confirmó que cinco miembros de la tripulación del avión de la guardia costera habían muerto. El capitán del avión, un avión de patrulla marítima Dash-8 construido por Bombardier, resultó herido. La emisora NHK, citando al Departamento de Bomberos de Tokio, dijo que al menos 17 de las personas evacuadas del avión de pasajeros resultaron heridas.
“Poco después de la colisión, un controlador aéreo dijo a los pilotos: “El aeropuerto está cerrado, el aeropuerto de Haneda está cerrado”, según grabaciones en liveatc.net.
Imágenes y videos compartidos en las redes sociales mostraron a los pasajeros gritando dentro de la cabina llena de humo y corriendo por la pista alejándose de un tobogán de evacuación. Un vocero de Japan Airlines dijo que su avión había despegado del aeropuerto de New Chitose en la montañosa isla norteña de Hokkaido. Pese a la intervención de los bomberos que rociaron el fuselaje, las llamas se propagaron por todo el aparato tras la evacuación de los pasajeros.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ordenó a las agencias pertinentes que se coordinaran para evaluar los daños rápidamente y proporcionar información al público, según su oficina. Saito dijo que la causa del accidente no estaba clara y que la Junta de Seguridad del Transporte de Japón (JTSB), la policía y otros departamentos continuarían investigando. La colisión se produjo poco después del aterrizaje.
“El Ministerio de Transporte intentará reanudar las operaciones del aeropuerto de Haneda lo antes posible”, afirmó Saito.
Haneda es uno de los dos principales aeropuertos que dan servicio a la capital japonesa. La aerolínea japonesa rival de JAL, ANA, dijo que había cancelado 112 vuelos nacionales que partían y aterrizaban en Haneda para el resto del martes debido al cierre de la pista. Kaoru Ishii, una madre que estaba esperando afuera de la puerta de llegada a que su hija de 29 años y su novio regresaran en el vuelo, dijo que inicialmente pensó que el vuelo estaba retrasado hasta que su hija llamó para explicar.
“Dijo que el avión se había incendiado y salió por un tobogán”, dijo Ishii. “Me sentí realmente aliviado de que ella estuviera bien”.
Una pasajera contó que a medida que el fuego se propagaba resultaba cada más difícil ver dentro del aparato.
“Hacía mucho calor dentro del avión y, para ser sincera, pensé que no sobreviviría”, declaró a la NHK.
Los accidentes con aviones de pasajeros son extremadamente inusuales en Japón. El más grave ocurrió en 1985, cuando un avión de Japan Airlines se estrelló entre Tokio y Osaka, matando a 520 personas, en una de las peores catástrofes aéreas del mundo.