El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con motivo de la aprobación de la primera gran ley federal de seguridad de armas en tres décadas, dijo el lunes que Estados Unidos está “inundado de armas de guerra” y renovó su llamado a la prohibición de las armas de asalto.
El Congreso ha mostrado poca inclinación a prohibir las armas de asalto después de que expiró una prohibición en 2004, pero Biden espera utilizar la creciente indignación de los estadounidenses por los tiroteos masivos para ejercer una mayor presión sobre los legisladores para que cambien de opinión.
“Lo he dicho muchas veces, yo apoyo la segunda enmienda, pero cuando las armas son la primera causa de muerte de niños. Lo diré de nuevo: las armas. Más que accidentes viales, más que el cáncer“, aseveró.
“Las armas de asalto deben ser prohibidas. Fueron prohibidas (…) Estoy decidido a prohibir de nuevo estas armas y los cargadores de alta capacidad”, dijo.
El presidente demócrata también dijo que los legisladores deberían añadir leyes de almacenamiento seguro que exijan la responsabilidad personal “por no guardar el arma bajo llave”.
“En las últimas dos décadas más niños de secundaria han muerto víctimas de tiroteos que militares en activo y policías. Piensen en eso. No podemos permitir que esto siga ocurriendo”, sentenció.
Biden destacó que apoya la Segunda Enmienda de la Constitución que otorga a los estadounidenses el derecho a poseer armas de fuego, pero dijo que “el derecho a portar armas no es un derecho absoluto que domine a todos los demás”.
“Los derechos conllevan responsabilidades, tenemos derecho a portar armas, pero también tenemos derecho a vivir en libertad sin tener miedo por nuestras vidas en el supermercado, en un salón de clases, en un parque, en la casa, en una tienda, en nuestro lugar de trabajo, en un club nocturno, en un festival, en nuestro barrio, en nuestras calles. El derecho a portar armas no es un derecho absoluto”, indicó.
Con información de Aristegui Noticias