El Grillito Haciendo ruido en todos lados
De cara al cierre del año, el estado de Michoacán se viste de sus colores emblemáticos, sus calles se llenan de flores y el olor a cempasúchil penetra en el ambiente, y es que a escasos días de la Noche de Ánimas, los campesinos ya cortan, recogen y comienzan a vender sus cosechas, aquellas que florecieron a pesar de la tempestad.
En el rancho de “El Colegio” a la salida del municipio de Tarímbaro, al sur de la ciudad de Morelia, se extienden por lo menos 50 parcelas de productores de la “flor de los muertos” que desde el pasado mes de agosto comenzaron con la siembra cempasúchil, nube y flor de terciopelo, sin embargo, la cosecha no fue tan buena como en años anteriores.
La larga duración de la temporada de lluvias y la llegada de huracanes como “Rick”, trajo consigo a un perjuicio para los productores, pues aseguraron que con el agua de más las flores abiertas se comienzan a pudrir y aquellas no han floreado simplemente se ahogan.
La situación irregular hizo que algunos cultivos sufrieron afectaciones o incluso se malograron, lo que llevó a algunos campesinos a decidir sembrar maíz y otro tipo de alimentos acompañados de flores en menor cantidad.
Sin embargo, los trabajadores del campo que se mantuvieron lograron obtener flor para que los festejos se dieran y poder surtir incluso a personas de otras entidades, además de alcanzar mejores precios en la huerta.
Leobardo Calderón Pérez, campesino con más de 15 años de experiencia en la venta y cultivo de las flores de temporada señaló que debido a las malas condiciones climatológicas, la cosecha que se tenía estimada para este año bajó en un 50 por ciento, mientras que los precios a la venta se deben elevar un 20 por ciento por mínimo.
“Lo qué pasa es que no se pudo sacar lo proyectado por las aguas y ahora ni voy a vender todo lo que cultive y tenemos que sacarle porque esta es la temporada buena del año”, manifestó.
El manojo de flor de cempasúchil combinada con terciopelo se vende de 35 a 50 pesos, no obstante, don Leobardo afirmó que todos los productores de flores están dispuestos a negociar sus precios, siempre y cuando vendan todo su producto.
“Le eché ganas y aquí estamos, el año pasado vendí a 25 pesos el ramito y bendito sea Dios, terminé con todo y este año me fue mucho mejor porque vendí a 45 y acabé con todo”, dijo Cervantes Escobedo, otro productor que cultivó una hectárea y cuyo producto se fue a Apatzingán y Uruapan.
Durante el 2020, con la pandemia del Covid-19 y la prohibición de la apertura de los panteones por el riesgo de contagios, campesinos tuvieron pérdidas de miles de pesos por la falta de venta de la flor de manera masiva, por lo que este año van por un repunte de al menos el 30 por ciento.
Con información de Heraldo de México
