La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) presentó la actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas, en la que la mariposa Monarca (Danaus plexippus) aparece en la categoría de “En peligro”, lo que significa que la especie enfrenta actualmente un riesgo alto de extinción en vida silvestre, producto de la destrucción de su hábitat y el cambio climático.
“La recategorización de la migración de la mariposa como fenómeno en peligro significa, por un lado, un análisis científico, que por otro lado nos debe dar a la sociedad en general la bases técnicas para recapacitar sobre nuestro papel en la naturaleza, porque con esta especie, también nos dan cuenta de otras especies migratorias que están pasando lo mismo probablemente. Esto nos tiene que hacer trabajar a todos para recuperar a estos grupos de polinizadores que nos producen el alimento y eso es seguridad alimentaria para todos”, dijo a El Economista Eduardo Rendón, líder del proyecto de monitoreo de la Mariposa Monarca para WWF México.
Aunque suena triste la recategorización, Rendón asegura que más bien es un llamado a nuestra atención, para reforzar los trabajos que como humanos debemos realizar en pro de la naturaleza.
¿Qué no se supone que lo estábamos haciendo mejor?
A pesar de que en la última temporada de hibernación tuvimos 2.84 hectáreas de bosque ocupadas por la Monarca en México (2021-2022), lo que significa que en comparación con la temporada anterior había un incremento del 35% de la población, la realidad es que su visita a los bosques de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca (RBMM) en el Estado de México y Michoacán ha descendido drásticamente desde la temporada 1996-1997, cuando alcanzó una ocupación de 18.19 hectáreas (ha) de bosque.
Hoy este análisis de aproximadamente dos años determinó que la migración que solo se presenta en Norteamérica ha subido de categoría de “vulnerable” a “en peligro”, pues claramente no se han podido sostener las cifras de décadas pasadas.
El también biólogo, enfatizó que no se trata de la especie la que está en peligro, sino de esta región y migración en particular. “Eso significa de facto, rápida y categóricamente, con base en un análisis muy estructurado y científico, que todos los interesados en la conservación, restauración y manejo de los ecosistemas en los que transcurre el ciclo anual migratorio de la mariposa monarca, incluyendo la hibernación, tendríamos que redoblar los esfuerzos. Esto es lo que significa la nueva denominación”, e incluye a Canadá, Estados Unidos y México.
¿Quiénes son las piezas clave para sacar a la Monarca de esta categoría?
Rendón explica que hay factores muy bien descritos que están influyendo en la disminución de la monarca en Norteamérica. Primero hemos considerado históricamente el cambio de uso de suelo en los tres países, es decir, la construcción de nuevos sistemas residenciales, industriales, y en general de cambio de los ecosistemas originales.
Otro cambio importante es el uso de herbicidas, particularmente en los sitios de reproducción de donde van a venir las mariposas, es decir, el sur de Canadá y el centro de Estados Unidos. “Tradicionalmente se utilizan en los campos de soya y maíz”. En el último estudio científico sobre el declive de la especie se pudo determinar que de 1994 al 2003, el factor más importante para su disminución fue el uso de herbicidas.
También tenemos que aceptar que en México la degradación histórica de los bosques y en general de la región de la Monarca, han sido parte de estos factores que juntos han determinado el declive de la especie.
Por último, de 2004 a 2013 el factor más importante fue el cambio climático, la variación del clima en los sitios donde se reproducen las monarcas que llegan a hibernar a nuestro país, como olas de calor, son las que no permitieron el adecuado desarrollo de las plantas donde se desarrollan las larvas. “El cambio climático ha rebasado en cuanto a importancia a todos los otros factores”.
Una vez establecidos los frentes del problema, el especialista asegura que no hay otra forma de solucionarlos más que a través de una coordinación interinstitucional entre los gobiernos de todos los niveles en los tres países, con la sociedad civil, la iniciativa privada, para crear estrategias que hagan sustentable el manejo de los ecosistemas, se recuperen las zonas y se preserven las que mantienen buenos niveles de conservación.