A partir de este mes, Michoacán entró en una nueva etapa que tiene como objetivo lograr la apertura gradual del sector económico, pero sin relajar las medidas implementadas para hacer frente al COVID-19.
Si bien el estado ha logrado contener la incidencia del virus gracias a que la estrategia ha resultado exitosa, aún persiste el riesgo, por lo que es necesaria la corresponsabilidad ciudadana a fin de mantener el control.
De acuerdo con las autoridades de Salud del Gobierno del Estado, el levantamiento de la intermitencia económica se hará bajo medidas estrictas de prevención.
El uso obligatorio de cubrebocas, el lavado de manos y la sana distancia siguen siendo los pilares fundamentales en esta fase.
Como nueva medida, se aplicará el uso de pruebas rápidas para muestreo aleatorio e identificación de riesgo, en espacios específicos.
En los establecimientos, se permitirá un aforo del 50 por ciento y se mantendrá el cierre de plazas públicas de lunes a domingo.
Por lo que respecta al sector público, habrá un regreso a labores con un protocolo específico como horarios y guardias.
Igualmente continúan prohibidos los deportes que implican aglomeraciones, así como las fiestas patronales, los conciertos, jaripeos, fiestas en salones, ferias y bailes.
Otro punto es que los adultos mayores no tendrán acceso a lugares como balnearios y gimnasios en marzo y abril, mientras se vacunan.
Estas medidas, de acuerdo con lo indicado por las autoridades de Salud, tienen el propósito de evitar un rebrote para el mes de junio y de esa manera romper la cadena de contagio.