El pasado domingo 31 de octubre dio inicio el horario de invierno, el cual estará vigente hasta el próximo domingo 3 de abril de 2022, este cambio que ocurre cada seis meses aún resulta difícil de asimilar para muchos, o al menos así ocurre al inicio, ya que puede traer consigo alteraciones del sueño, insomnio, ansiedad, entre otros padecimientos. Sin embargo, no solo los adultos resienten este cambio en la dinámica de vida, también los niños y niñas que ya han regresado a clases presenciales.
A solo un par de meses en que millones de estudiantes de educación básica en el país retornaran a las clases presenciales, el nuevo ajuste a los relojes de los mexicanos en la mayor parte del territorio nacional traerá consigo cambios para aquellos que más tarden en adaptarse. Y es lógico que ante este escenario muchas madres y padres de familia se pregunten sobre cómo afectará esto a sus hijas e hijos.
Luego de haber disfrutado de un “megapuente” de cinco días por motivo de la celebración del Día de Muertos, este miércoles los estudiantes regresaron a clases presenciales y aunque no es obligatorio, dado que se continúa aplicando la modalidad mixta debido a la pandemia, se espera que millones de alumnos de educación básica regresen a las aulas este miércoles, ya con el nuevo horario vigente. Por ello, a continuación enumeramos las posibles repercusiones que el cambio de horario pueda tener en los pequeños, así como las recomendaciones para evitar que les afecte.
¿Cómo afecta el cambio de horario en los alumnos tras el regreso a clases presenciales?
De acuerdo con expertos en salud, el cambio de horario de Invierno 2021 pueden traer consigo ciertas afectaciones a los estudiantes, lo que podría a su vez provocar que su desempeño académico se vea disminuido durante el regreso a clases presenciales, algunos de los cambios que podrían experimentar son:
- Ansiedad
- Cansancio
- Bajo rendimiento académico
- Irritabilidad
- Mal Humor
- Alteraciones en el ciclo del sueño
Ante esto, se recomienda que los alumnos mantengan una rutina para la hora de dormir y también, lo que representará un periodo de adaptación que podría durar algunos días o incluso semanas; también se sugiere que continúen con su rutina escolar, y tengan horas fijas para comer, hacer sus tareas y recrearse, con el objetivo de aminorar los efectos negativos que traería el cambio de horario.
Con información de Heraldo de México