La mirada de Renata Zarazúa irradia confianza, al tiempo que sus golpes a la pelota son quirúrgicamente certeros. La mejor tenista mexicana del momento tiene claro el camino que debe recorrer para tener un mayor crecimiento que en 2020 (la mejor temporada de su corta carrera), a pesar de la incertidumbre generada por la pandemia de coronavirus, misma que aún atormenta al mundo con sus efervescentes e impredecibles rebrotes.
A sus 23 años, Rena comenzará su año tenístico en Dubái, una ciudad elegida como preámbulo del Australian Open, donde busca clasificar y volver a causar un impacto mundial como lo hizo en Roland Garros hace apenas unos meses, ahora con el único objetivo de colarse al Top 100 y mantenerse ahí para dar un siguiente paso y así sucesivamente hasta alcanzar sus sueños.
“Iré poco a poco, no se sabe qué torneos se vayan a hacer o cuáles no”, dijo la tenista. “Es un poco complicado planear, pero yo empiezo en Dubái mi temporada y estoy preparándome para estar lo mejor posible. Físicamente he mejorado muchísimo, he trabajado con un nuevo preparador físico y creo que físicamente estoy en el mejor nivel físico de mi carrera”.
Zarazúa viajó este lunes a los Emiratos Árabes Unidos para disputar su primer torneo del año. El torneo comenzará el próximo 10 de enero en Medio Oriente debido a los estragos del a pandemia de Covid-19, donde 128 mujeres competirán por 16 lugares en el cuadro principal del Abierto de Australia en Melbourne que se jugará del 8 al 21 de febrero. Para ello, la mexicana se preparó arduamente durante las vacaciones.
“Tenísticamente hice unos ajustes, pero más que nada, aprendí un poco a, se escucha chistoso, pero aprendí el juego a cómo jugarlo de una mejor manera tácticamente, eso me ayudó bastante. En el tenis claro que puedes seguir mejorando los golpes, pero hay un punto en que los pequeños detalles como mejorar tácticamente y estar mejor físicamente, implican mucho a tu juego y ahorita estoy en ese momento, un poquito de todos los aspectos que he mejorado y las ganas”, asegura.
A pesar de que desde finales del año pasado se aprobó el uso de distintas vacunas creadas para combatir al Covid-19, la mayor parte de la población mundial aún no la ha recibido, por lo que el riesgo de contagio sigue tan latente como cuando comenzó el brote. Y aunque ya existe la sustancia, la WTA tampoco ha comunicado su postura sobre si implementará medidas para que las jugadoras se la apliquen.
“Todavía no no dijeron nada, seguramente no creo que nos obliguen a hacerlo, pero seguro que nos van a hacer la recomendación y no sería mala opción. Yo la verdad en los torneos me hacen muchos tests de los que hacen para el Covid y es muy incómodo, entonces preferiría tener la vacuna y ya estar un poco safe de contagiarme. En unos meses lo van a pedir o recomendar, algunos se lo harán, otros no, pero creo que los resultados han sido bastante buenos, no he visto gente que haya tenido reacciones entonces espero pronto nos podamos vacunar”, puntualiza.