“El Chavo del Ocho” es uno de esos programas que, a pesar del paso del tiempo, ha logrado mantenerse relevante y querido por varias generaciones. Esta creación de Roberto Gómez Bolaños dio a conocer a varios actores que se ganaron el cariño del público por sus papeles como Don Ramón, La Chilindrina y Kiko.
Otro de los personajes que se ganó el cariño del público fue el Señor Barriga, el dueño de la vecindad que, invariablemente, recibía un golpe de El Chavo cada vez que llegaba al lugar. Este personaje, interpretado por Édgar Vivar, actor que recientemente contó los duros momentos que vivió al estar cuatro veces en terapia intensiva.
Édgar Vivar estuvo cuatro veces en terapia intensiva
Con casi 76 años, Édgar Vivar continúa en el mundo del entretenimiento, sin embargo, el actor y comediante ha enfrentado problemas de salud en los últimos años, los cuales lo llevaron a estar hospitalizado en varias ocasiones.
En una entrevista con la periodista Matilde Obregón, Édgar Vivar compartió detalles sobre su estado actual de salud y cómo ha manejado las dificultades que ha enfrentado.
Édgar Vivar reveló que, a pesar de todo, hoy se siente bien. Durante la conversación, mencionó que ha tenido que ser hospitalizado en varias ocasiones, llegando a estar en terapia intensiva en cuatro de ellas.
“Estoy razonablemente bien. Dios es muy bueno y te perdona todo, pero el tiempo no. Entonces, he pagado por adelantado, he estado cuatro veces en terapia intensiva, tengo un filtro en la vena cava y lo que se acumule esta semana, pero he sobrevivido”.
Durante una de sus estancias en terapia intensiva, Édgar Vivar tuvo una experiencia que marcó un antes y un después en su vida. En medio de una situación crítica, el actor afirmó haber tenido una conversación con un “poder supremo”, donde ambos llegaron a un acuerdo para que él pudiera continuar con su carrera artística.
A pesar de las recomendaciones médicas que le sugerían retirarse, Vivar decidió seguir adelante con su carrera.
“Yo hice un pacto con el poder superior porque a mí me dijeron que después de eso yo ya no podía trabajar, que tenía que buscar otra actividad. Estando solo en terapia intensiva, con tubos por todos lados, faltaba la opinión de allá arriba y dije: ‘si tú quieres, yo puedo’ y hasta ahora ha querido”, relató.
Édgar Vivar reflexionó y mencionó que para él vivir sin envidias ni resentimientos es fundamental, y agradece profundamente el cariño que ha recibido a lo largo de su carrera.
“La vida es un viaje y hay que ir ligero de equipaje. La envidia y el resentimiento pesan mucho. Yo agradezco que me quieran mucho”, dijo.