El Grillito Haciendo ruido en todos lados
México Mágico. El país de países. La Europa Americana. En este maravilloso lugar han sucedido cosas alucinantes en los últimos tiempos. Justo después de pasar su peor época en cuestiones de corrupción, seguridad, salud, economía y educación, finalmente, ha llegado a su gloriosa edad de oro. ¿Qué decir edad oro? ¡Edad de diamante!
El país ha logrado una increíble recuperación, siendo guiados el comandante supremo Andrés Manuel López Obrador, AMLI bebé para los amigos. Este honorable hombre, el faro, la estrella de Belén, el camino amarillo, ha tomado un país que parecía una casa en ruinas y lo ha convertido en el mismísimo Palacio de Versalles.
El proceso de transformación del país comenzó el 1 de Julio de 2018 con su arrasadora victoria en las elecciones presidenciales (cuando aún había elecciones libres) frente a los corruptos partidos políticos que gobernaban un narcoestado. Se le llamó Cuarta transformación.
Se enfrentaron duras adversidades, pero gracias a la magnífica administración se lograron superar vientos despiadados e infernales desiertos. En un momento crítico, justo antes de lograr la mayor tasa de crecimiento económico en la historia, llegó una pandemia que sumiría al mundo en la miseria y que sería llamado El Gran Encierro (The Great Lockdown) a lo largo de la historia. Pero alto, en este fabuloso país, la pandemia nos metió el dedo en el anillo. Todo estaba meticulosamente calculado por el tlatoani. Ya no había corrupción, el país tenía los mejores y más bajos índices de violencia en su historia. Desde antes de comenzar esta etapa, ya se había “domado” la pandemia. Se habían creado innovadoras estrategias de aprendizaje desde casa y en todo momento hubo apoyo a la población. En el ámbito económico y en un momento de genialidad, el magnífico presidente diseñó un nuevo índice económico integral que permitía ver a fondo el desarrollo del país en todos sus sectores, pero no estábamos listos para esa conversación.
Ojalá este México tan desarrollado estuviera al menos en nuestra misma galaxia. Podríamos aprender mucho de él. Lo anterior descrito es, en palabras del presidente, el país en que vivimos. Si se contrasta con los datos reales, es ligeramente distinto. Las diferencias son mínimas, solo tenemos algo así: la peor caída económica que se ha vivido en el país desde que hay registros, 12 millones de mexicanos que han visto disminuidos sus ingresos, los indicadores de corrupción muestran un incremento de al menos el 15 %, 2019 fue el año más violento de los tiempos recientes y 2020 no se está quedando atrás, no hay pruebas del éxito de las estrategias de educación a distancia y en salud, vaya, creo que tiene razón con lo del dedo. Nuestro país y el México del tlatoani es muy similar, no hay razones para dudar de su palabra.
Los mexicanos somos fabulosos, no hay crisis que no podamos superar. Quizá no nos encontremos en el mejor momento para el país, pero bien se dice: “no hay mal que dure 100 años”, ni siquiera Noroña, que continúa sus funciones como servidor público (mis fuentes afirman que ya se bañó, pero no hay evidencia de ello aún) estará para siempre en el cargo. Los tiempos cambian. México también lo hará.
