En cuatro décadas de negociaciones sobre el clima, el mundo se ha centrado intensa y exclusivamente en el gas más abundante que calienta la atmósfera: el dióxido de carbono.
Este año, los científicos instan a centrarse en otro potente gas de efecto invernadero, el metano, como la mejor esperanza del planeta para evitar un calentamiento global catastrófico.
Los países deben hacer “reducciones fuertes, rápidas y sostenidas” de las emisiones de metano, además de recortar las de CO2, advierten los científicos en un informe histórico del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés) publicado este lunes.
También podría suponer un reto para los países en los que la agricultura y la ganadería, especialmente la de vacuno, son industrias importantes.
Con información de Excelsior