Benjamin Netanyahu expresó el martes su oposición a un “alto el fuego unilateral” en Líbano, durante una conversación telefónica con el presidente francés, Emmanuel Macron, indicó el despacho del jefe de gobierno israelí.
“El primer ministro dijo en la conversación que se oponía a un alto el fuego unilateral, que no cambia[ría] la situación de seguridad en Líbano”, afirmó Netanyahu, según el comunicado. Israel y el movimiento islamista libanés Hezbolá protagonizan desde un año duelos diarios de artillería que se convirtieron hace tres semanas en una guerra abierta.
La declaración se publicó después de que Macron urgiera a Israel a acatar las decisiones de la ONU y dijera en una reunión de gabinete que “Netanyahu no debe olvidar que si país fue creado por una decisión de la ONU”. El mandatario francés se refería a la aprobación en noviembre de 1947 por la Asamblea General de Naciones Unidas del Plan de Partición de Palestina entre un estado judío y uno árabe.
“En consecuencia, no es el momento de sustraerse a las decisiones de la ONU”, agregó Macron, en momentos en que Israel lleva a cabo una ofensiva aérea y terrestre contra el movimiento islamista libanés Hezbolá.
Netanyahu no tardó en replicar a esos comentarios, en un comunicado difundido por su despacho.
“Un recordatorio para el presidente de Francia: no fue la resolución de la ONU la que estableció el Estado de Israel, sino la victoria lograda en la guerra de independencia con la sangre de combatientes heroicos, muchos de ellos sobrevivientes del Holocausto, incluidos del régimen de Vichy”, que colaboró con la ocupación nazi de Francia (1940-1944), afirmó.
Esta polémica se suma a las tensiones de los últimos tiempos entre Netanyahu y Macron, quien la semana pasada abogó por frenar la exportación de las armas utilizadas por Israel en Gaza y Líbano para poner fin a esos conflictos. Francia también denunció los disparos israelíes contra las fuerzas de paz de la ONU en el sur de Líbano (Finul), que incluyen un contingente francés.
La Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que puso fin a la guerra anterior entre Israel y Hezbolá, en 2006, establece que sólo el ejército libanés y las fuerzas de paz de la Finul deben desplegarse en el sur del país.