El 13 de septiembre de 1951, se estrenó A toda máquina, considerada una de las 100 mejores películas del cine mexicano. Es probable que Ismael Rodríguez haya decidido que uno de los ejes de su film fueran las acrobacias en moto realizadas por la Policía de Tránsito del DDF porque estas peligrosas suertes ya habían probado su magnetismo con los mexicanos durante los últimos 23 años previos.
Fue en 1928 cuando el presidente de México, Plutarco Elías Calles, ordenó que se crearan los primeros escuadrones en motocicleta para vigilar las calles de la Ciudad de México y la periferia. El modelo de inmediato tuvo éxito al poner orden a muchos inexpertos automovilistas que no dejaban de incrementarse desde que llegó el primer coche a la capital en 1895.
La separación policiaca que dio origen a los acróbatas en moto en México
Al poco tiempo hubo una separación en la corporación surgiendo de ésta la Policía Federal de Caminos en 1931, naciendo con ello una rivalidad entre ambos cuerpos de agentes motorizados. Con la necesidad de mostrar supremacía, ambos escuadrones se enrolaron en una lucha que los llevó a empezar a hacer acrobacias como pirámides humanas sobre motocicletas en marcha, fumar acostados sobre la moto rodando, piruetas de las que no pocos acabaron con quemaduras y fracturas, etcétera.
La confrontación acrobática entre ambas corporaciones no hizo más que aumentar, haciendo que ambas escalaran en la dificultad de sus suertes, llegando esto a oídos de los superiores, quienes en lugar de motivar que sus subalternos dejaran de arriesgar la vida así, institucionalizaron estas prácticas naciendo así la acrobacia motorizada.
Al principio, aquellas demostraciones entre losmotoristas acróbatas de la Policía de Tránsito del Departamento del Distrito Federal contra la Policía Federal de Caminos, pasaron de los patios de las corporaciones a las plazas de toros, desfiles y deportivos públicos. Los motoristas empezaron a ser admirados por gran parte de los mexicanos.
La película “A toda máquina” aprovecha la admiración de los mexicanos por los acróbatas en moto
Pero la admiración se volvió masiva en 1951, cuando se estrenó A toda máquina, una historia escrita porIsmael Rodríguez y Jesús Camacho Villaseñor, quienes con su sensibilidad sobre los temas que vibran a sus espectadores del medio rural y urbano, vieron en la acrobacia motorizada la atmósfera ideal para contar la historia de amor storge entre los personajes de Luis Aguilar y Pedro Infante.
Y su pronóstico fue el correcto. Tras aquel film los mexicanos de todo el país se enamoraron de las suertes en motocicleta, a las chicas les parecieron sexys los policías en moto y otras instituciones como la Dirección de Materiales de Guerra, así como el IMSS, sacaron sus propios equipos de acróbatas en dos ruedas. Fue la época cumbre de este deporte en México.
Adiós a los acróbatas motorizados
Todavía en la mediateca del INAH hay registro fotográfico de un amplio número de acróbatas en 1967, pero conforme pasaron los años la práctica decayó. Y aunque, conforme han pasado las décadas, de vez en vez, las corporaciones tratan de revivir la práctica, como lo hizo la Policía Federal en 2016, la realidad es que nada ha vuelto a ser como en el pasado.
Con información de México Desconocido